A lo largo del proceso de fabricación de una vivienda convencional hay muchos pasos que requieren de poco menos que de la artesanía y el arte de cada uno; y si no que se lo digan a los encofradores, que si dejan en el hormigón una zona mal aplicada o burbujas puede verse comprometida toda la estructura; o mismamente a los escayolistas, unos profesionales a quienes los constructores tienden a meterles presión para colocar los acabados y poder entregar de una vez por todas las viviendas a los propietarios. Pero claro, el problema de ello es que en oficios tan delicados, la posibilidad de cometer errores es muy elevada; y así es que salen muchas promociones, con más detalles mal realizados de lo que a uno le podría parecer esperable.
Pues bien, el asunto es que hay soluciones a este tipo situaciones; métodos donde la mano de obra queda concentrada en profesionales altamente cualificados a manos de maquinaria de precisión, y donde los errores en los acabados son anecdóticos; nos referimos a las casas modulares industrializadas. Viviendas fabricadas con las últimas técnicas y tecnologías en centros especializados, realizando pruebas de calidad a cada componente que salga del taller, tardando menos tiempo del habitual, contaminando menos, y por si fuera poco siendo respetuosos con el medio ambiente y ofreciendo mejores resultados.
Con las casas modulares industrializadas los clientes determinan cómo quieren que sean sus viviendas, dejando al arquitecto la “única misión” de pasar todo a planos, de asesorar en todo lo que corresponda y de coordinar toda la ejecución de la obra para que todo salga como estaba previsto. Es decir, que ya no hay necesidad de adecuarse a un diseño predefinido por el constructor de turno, que sin preguntar a sus clientes finales ha levantado una edificación bajo sus criterios. ¿Por qué adaptarse a lo que ya hay si uno puede tener el hogar de sus sueños?
En este punto más de uno andará pensando que las casas modulares industrializadas son ideas para quienes tengan mucho dinero, ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad, ya que por lo general son más económicas que las viviendas convencionales. Debéis tener en cuenta que la fabricación es mucho más automatizada, que se emplea menos tiempo en terminar el proyecto, y que encima hay menos intermediarios. Y eso por no contar con que no se necesita tanto material granelero como en las edificaciones convencionales. Algo que por otra parte también favorece a mantener un equilibrio natural más adecuado, ya que al no emplear cantidades ingentes de argamasa no hay residuos que puedan filtrarse al subsuelo. Es más, con las casas modulares industrializadas no hay necesidad de utilizar grandes cantidades de agua que podrían tener mejor destino.
¿No os gustaría tener vuestras propias casas modulares industrializadas? Pues entonces no tenéis que hacer más que poneros en contacto con nosotros. Un miembro de nuestro equipo os asesorará sin compromiso alguno y os mostrará hasta donde podéis llegar con una idea. ¿Estáis preparados para el futuro? Pues bienvenidos a PopUp Project.